El melanoma es un tipo de cáncer de piel, se podría decir que el más agresivo entre los conocidos, debido a que este puede proliferarse a otras zonas del cuerpo si no es descubierto y tratado a tiempo. Se genera en las células llamadas "melanocitos", las cuales tienen la función principal de producir la "melamina", que es el pigmento que le otorga el color a la piel.
Ciertamente, el melanoma también puede aparecer en otras partes del cuerpo, tal es el caso de los ojos, además dentro del organismo, como en la garganta y las fosas nasales; aunque suele ser inusual, el mismo puede producirse en estos lugares.
Causas que producen el melanoma
Al respecto, los expertos en el área consideran que podría ser producto de un daño en el ADN, ya que por ser éste el encargado de llevar el mensaje a las células de la piel, si el mismo se lesiona, las células se deterioran, se degeneran y comienzan a aumentar muy rápido. Es probable que existan factores de tipo ambiental como la exposición al sol y agentes genéticos que permiten que se produzca esa afección en el ADN.
Es importante resaltar, que la exposición a los rayos ultravioleta del sol es el principal causante del desarrollo de este tipo de cáncer. Las lámparas de bronceado pueden despedir rayos "UV" y a su vez, también las cámaras bronceadoras. Por lo tanto, pasan a ser los tres principales factores de peligrosidad desencadenantes de un melanoma o cáncer de piel.
En consecuencia, es necesario distinguir un lunar normal de uno anormal, ya que cuando un lunar es irregular cumple con algunas características que nos ayudan a identificarlos. Estos suelen ser asimétricos, tiene un borde irregular que aísla al resto de la piel, producen cambios de color que podría estar indicando la degeneración de las células melanocíticas, el diámetro es de 6 mm o un poco más, y la última de estas particularidades es la evolución que se da con el tiempo, denotando crecimiento acelerado.
Liset G.
