Tras abofetear a su esposa cuando esta mantenía una conversación con un trío de jóvenes durante una difusión en directo en la red social TikTok el pasado 28 de enero, haciéndose viral el vídeo, un hombre ha sido sentenciado a un año de cárcel por una jueza española.
En efecto, la jueza lo supone autor de un delito de malos tratos en el campo de la violencia contra la mujer y le prohíbe todo tipo de comunicación con ella por cualquier medio o forma, directa o indirectamente en el lapso de otros tres años, el mismo periodo en el que se encontrará desposeído del derecho de tenencia y porte de armas.
Asimismo la jueza comprueba en el dictamen que el imputado, “de una manera pública y notoria, ante miles de personas, agredió a su esposa con intención de menoscabar su integridad física y de humillarla en público, sin que conste que le causara lesiones, si bien se produjo un maltrato evidente y real”.
Por otro lado, durante el enjuiciamiento, tanto el agresor como la víctima se refugiaron a su derecho a no declarar; la mujer, en un estado de nerviosismo, solo hizo acto de intervención para perseverar en la inocencia de su marido al negar que la haya violentado ni obligado a declarar a su favor. Efectivo, la mujer no introdujo denuncia.
En base a lo sucedido, la magistrada aclara que, en España, no es imprescindible la acusación de la víctima en los delitos de violencia de género, debiéndose castigar una vez que se tiene conocimiento de su comisión.
“Basta con el simple hecho de la retransmisión en directo de la bofetada para que los poderes públicos desplieguen el ámbito de protección de la víctima, con independencia de que ella se reconozca como tal”, objeta.
