El domingo 11 de mayo de 2025, Irán y Estados Unidos finalizaron en Mascate, Omán, la cuarta ronda de negociaciones nucleares, mediadas por el sultánato omaní. Las conversaciones, que duraron aproximadamente tres horas, se centraron en limitar el programa nuclear de Irán a cambio de un alivio parcial de las sanciones impuestas por EE. UU. Ambas partes acordaron continuar las discusiones en el futuro cercano, aunque aún persisten desacuerdos significativos.
El ministro de Exteriores iraní, Abás Araghchi, destacó que las conversaciones fueron "difíciles pero útiles", permitiendo a ambas naciones comprender mejor las posiciones del otro y explorar formas realistas de abordar las diferencias. Araghchi enfatizó que Irán no renunciará a su derecho al enriquecimiento de uranio con fines civiles, aunque mostró disposición a limitar temporalmente el nivel y la cantidad de enriquecimiento como medida de confianza.
Por su parte, el enviado especial de EE. UU., Steve Witkoff, calificó las conversaciones de "paso adelante", señalando que se habían abordado cuestiones técnicas complejas y que ambas partes estaban comprometidas en avanzar hacia una solución. Sin embargo, Witkoff reiteró la posición de EE. UU. de que Irán debe desmantelar su programa de enriquecimiento de uranio, una demanda que ha sido rechazada por Teherán.
El mediador omaní, Badr al-Busaidi, señaló que las discusiones generaron "ideas útiles y originales", reflejando un deseo compartido de alcanzar un acuerdo respetuoso. El próximo encuentro dependerá de las consultas con los líderes de ambos países.
Estas negociaciones se enmarcan en un contexto de tensiones regionales crecientes y presiones económicas sobre Irán. Ambas naciones buscan evitar una escalada del conflicto y encontrar una solución diplomática duradera.