Fin anticipado de los recortes voluntarios
Tras varios meses de alzas progresivas, con aumentos de 138.000 bpd en abril y 411.000 bpd durante mayo, junio y julio, la nueva subida de 547.000 bpd prevista para septiembre supone la culminación del plan de reversión de los 2,2 millones de barriles diarios acordados en noviembre de 2023, adelantándose al calendario original que se extendía hasta 2026.
Aumento adicional para Emiratos Árabes Unidos
Dentro del incremento global, se permitió una asignación adicional de 300.000 bpd para los Emiratos Árabes Unidos, como parte de las negociaciones internas del grupo.
Motivos estratégicos del cambio
OPEP+ ha justificado el cambio en su política de suministro alegando una economía mundial relativamente sólida, bajos inventarios de crudo y una fuerte demanda estacional. Además, la alianza busca compensar la pérdida de cuota frente a productores no-OPEP como EE. UU., Brasil y Canadá. También ha habido presiones políticas externas, incluidos llamados del expresidente Donald Trump para que aumente la producción para estabilizar precios.
Reacción del mercado y precios del crudo
Tras el anuncio, los precios del petróleo registraron leves caídas: el Brent bajó a $69,24 por barril y el WTI a $66,94, reflejo de las expectativas de mayor oferta. Sin embargo, las cotizaciones se mantienen relativamente altas, cercanas a los US $70 /barril.
Analistas de RBC Capital Markets señalaron que la mayor parte del aumento real ha sido aportado por Arabia Saudí y los EAU, y que el mercado ha absorbido bien el nuevo suministro hasta ahora.
Incertidumbres y próximos pasos
Aunque el recorte de 2,2 millones bpd se ha revertido por completo, aún vigente hasta 2026 permanece otro recorte voluntario de 1,65 millones bpd y uno general de 2 millones bpd para todos los miembros, cuyos plazos no han sido modificados. La próxima reunión de OPEP+ está programada para el 7 de septiembre de 2025, donde evaluarán posibles ajustes adicionales según la evolución del mercado.
Analistas advierten que un exceso de oferta potencial hacia finales de 2025 y en 2026 podría presionar nuevamente los precios, especialmente si se mantiene el ritmo de liberación de suministro y las tensiones geopolíticas persisten