1. Auge del crimen organizado
Chile enfrenta una oleada sin precedentes de violencia: bandas como el Tren de Aragua han intensificado su presencia, registrando secuestros, asesinatos y desconcertantes descubrimientos de “casas de tortura” en zonas urbanas. Desde 2020, la tasa de homicidios se ha duplicado con respecto a 2015, aunque mantiene una leve caída desde su pico en 2022. Asimismo, los casos de trata de personas se han triplicado en los últimos dos años, involucrando en su mayoría a mujeres venezolanas.
2. Impacto político inmediato
La inseguridad ha desplazado la agenda política. Según el sondeo del CEP, la delincuencia es la principal preocupación para quienes habitan en zonas rurales, poblaciones vulnerables y sectores senior. El presidente Gabriel Boric, que intentó priorizar reformas progresistas, ha visto caer su apoyo, lo que ha creado un clima favorable para posiciones más duras.
3. Kast gana terreno
El candidato ultraderechista José Antonio Kast ha centrado su campaña en propuestas de mano dura contra el crimen y fortalecer las fronteras, inspirándose en modelos como El Salvador. En la encuesta Cadem de julio, Kast alcanza el 27 % y empata con Jeannette Jara, quien también está en 27 %, mientras Evelyn Matthei se sitúa en tercer lugar con 14 %. El sondeo Criteria apunta a una suba de Kast hasta 27 %, mientras Jara lidera con 29 %. Además, un estudio de Criteria de julio reporta un incremento de 7 puntos a favor de Kast, consolidando su competitividad.
4. Fragmentación de la derecha y bases electorales
Mientras Kast suma respaldo entre jóvenes, poblaciones rurales y evangélicos, Matthei conserva apoyo entre mujeres de clase media y segmento tradicionalista. Dentro del bloque de derecha, Kast capitaliza más fácilmente los votos de otros candidatos conservadores para una segunda vuelta.
5. Consecuencias para las presidenciales
La polarización crece entre Kast (ultraderecha) y Jara (izquierda), con un declive del centro moderado que representa Matthei. Esta será la primera presidencial con “voto obligatorio”, lo que puede incrementar la participación y la influencia de sectores sensibles a la inseguridad