El Ministerio del Interior de Ecuador confirmó la detención de Antonio Quintero Molina, conocido bajo los alias de “Caleño” o “Cali”, identificado por las autoridades colombianas como presunto cabecilla del Clan del Golfo, también denominado Ejército Gaitanista de Colombia (EGC). La captura se produjo el jueves 11 de diciembre en la provincia de Santa Elena, una de las más golpeadas por la violencia ligada al crimen organizado y actualmente bajo estado de excepción por el aumento de los delitos.
De acuerdo con la versión oficial, el operativo fue ejecutado por la Policía Nacional y personal de la Subsecretaría de Migración, en el marco de controles a ciudadanos extranjeros en zonas turísticas y costeras de alto riesgo. Junto a Quintero Molina fueron detenidas otras ocho personas de nacionalidad colombiana, que también son investigadas por su presunta pertenencia al Clan del Golfo y por posibles vínculos con actividades de narcotráfico y violencia organizada en la región.
Las autoridades ecuatorianas indicaron que sobre “Caleño” pesaba una difusión azul de Interpol y que en Colombia figuraba entre los más buscados en el Valle del Cauca, con antecedentes por homicidio y asociación ilícita. En ese país se ofrecía una recompensa por información que permitiera su captura, lo que refleja la importancia de su rol dentro de la estructura del grupo criminal.
El ministro del Interior ecuatoriano, John Reimberg, subrayó que la detención se enmarca en la política de “cero impunidad” frente al crimen organizado transnacional y en el “conflicto armado interno” declarado en 2024 por el presidente Daniel Noboa para enfrentar a bandas nacionales aliadas con organizaciones colombianas. Reimberg destacó que la cooperación con Colombia permitió coordinar de forma inmediata la entrega de Quintero Molina en el puente internacional de Rumichaca, principal paso fronterizo entre ambos países.
El Clan del Golfo es considerado el mayor grupo criminal de Colombia, heredero de las antiguas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y con cerca de 9.000 integrantes dedicados al narcotráfico, la minería ilegal y el tráfico de migrantes, con presencia en varias regiones del país y conexiones internacionales. La captura de un presunto cabecilla en territorio ecuatoriano evidencia la expansión de estas redes hacia corredores estratégicos del Pacífico y del litoral ecuatoriano, claves para el envío de drogas hacia Centro y Norteamérica.
Tras su entrega a las autoridades colombianas, Quintero Molina quedó a disposición de la Fiscalía y de jueces competentes para su judicialización por delitos asociados al crimen organizado. Analistas de seguridad consideran que el arresto representa un golpe relevante a la estructura del Clan del Golfo y refuerza la importancia de la cooperación policial y judicial entre Ecuador y Colombia en la lucha contra el narcotráfico y las economías ilegales en la región andina.