Un estudio con más de 600 pacientes que habían sufrido un primer infarto encontró que administrar suplementos de vitamina D3 para mantener niveles en sangre superiores a 40 ng/mL podría reducir a la mitad la probabilidad de un segundo infarto.
La investigación, presentada en una reunión de la American Heart Association en EE. UU., incluyó a más de 600 adultos que habían sufrido un infarto de miocardio reciente. Estos pacientes recibieron, además del tratamiento estándar, suplementos de vitamina D3 con el fin de elevar y mantener sus niveles sanguíneos de vitamina D por encima de 40 nanogramos por mililitro (ng/mL). Los resultados mostraron que quienes lograron mantener estos niveles tuvieron aproximadamente la mitad de riesgo de sufrir un segundo infarto en comparación con quienes siguieron el tratamiento habitual sin suplementación.
Para alcanzar el nivel objetivo, muchos pacientes necesitaron dosis iniciales altas, alrededor de 5.000 unidades internacionales (UI) diarias, considerablemente superiores a las recomendaciones generales. Los niveles de vitamina D fueron monitorizados anualmente para ajustar la dosificación y asegurar la efectividad del tratamiento. El estudio no reportó efectos secundarios adversos asociados con la suplementación.
Aunque la suplementación redujo significativamente el riesgo de un nuevo infarto, no se observaron diferencias notables en la incidencia de insuficiencia cardíaca, ictus o mortalidad entre los grupos. Los investigadores destacaron que la constante revisión y ajuste de los niveles de vitamina D fue un factor clave que diferenció su estudio de otros ensayos anteriores que reportaron resultados más modestos o inexistentes.
Expertos en salud cardiovascular consideran que esta investigación abre una vía prometedora para complementar el tratamiento estándar en pacientes post-infarto. Sin embargo, subrayan que se requerirán más estudios para validar estos hallazgos y establecer protocolos clínicos definitivos. Mientras tanto, se recomienda precaución con dosis muy elevadas fuera de supervisión médica debido a riesgos potenciales como hipercalcemia.