Jair Bolsonaro es citado nuevamente para declarar ante la Policía

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, en una fotografía de archivo. EFE/Joedson Alves
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En un nuevo capítulo de las investigaciones en curso, el expresidente brasileño Jair Bolsonaro se presentó este miércoles ante la Policía Federal para prestar declaración sobre una presunta trama golpista en la que ha sido implicado por el senador Marcos do Val, quien está alineado con la ultraderecha que apoya a Bolsonaro.

Esta es la cuarta ocasión en la que Bolsonaro rinde testimonio ante las autoridades policiales, quienes lo investigan por su supuesta participación en actos antidemocráticos, el intento de apropiarse de joyas regaladas por Arabia Saudí que en realidad pertenecen al Estado, así como por presuntos fraudes relacionados con certificados de vacunación contra la COVID-19, entre otros asuntos. Así lo reseña Primicias24.

En esta ocasión, el exmandatario, fue citado para declarar acerca de unos presuntos planes anteriores al 1 de enero, fecha en la que asumió el poder el expresidente progresista Luiz Inácio Lula da Silva. Estos planes fueron revelados por el senador Do Val, quien ha proporcionado al menos cuatro versiones diferentes del caso.

En sus declaraciones, Do Val manifestó en febrero pasado que, antes de la investidura de Lula, Bolsonaro y un activista de ultraderecha le plantearon solicitar una reunión con el magistrado Alexandre de Moraes, presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE) y miembro de la Corte Suprema. Según el senador, la intención era grabar la conversación sin que el magistrado se percatara, con el objetivo de inducirlo a aceptar alguna irregularidad que favoreciera a Lula en las elecciones, lo que serviría como pretexto para invalidar los comicios y mantener a Bolsonaro en el poder. 

El propio De Moraes admitió haberse reunido con el senador en diciembre pasado, donde se le reveló el supuesto plan tramado por Jair Bolsonaro. Sin embargo, el magistrado se negó a presentar una denuncia formal y calificó toda la trama de “ridícula”. Ante las diferentes versiones ofrecidas por el senador a los medios de comunicación, De Moraes decidió que el asunto debía ser investigado. 

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