Acceso a “start-ups” exclusivas
El anuncio de este martes permite a los usuarios minoristas acceder a fondos privados que invierten en compañías punteras de inteligencia artificial, tecnología espacial y consumo, incluyendo gigantes privados como OpenAI y SpaceX, así como Epic Games.
La novedad clave radica en que el mínimo para invertir cae hasta apenas 10 US$, una drástica reducción respecto a los 25 000 US$ habituales en productos similares .
Gestores institucionales detrás de la iniciativa
SoFi ha estructurado esta oferta junto a firmas de gestión reconocidas: Cashmere, Fundrise y Liberty Street Advisors. Estas entidades aportan su experiencia en capital privado, real estate y capital de crecimiento, ampliando así su alcance entre inversores minoristas.
Récord en Wall Street y valoración de fintech
Tras el anuncio, las acciones de SoFi reaccionaron positivamente: subieron alrededor de un 3–4 % en su cierre ese día. En otro informe se registró un ascenso de hasta un 10 % durante la jornada .
Este impulso también se inscribe en una tendencia de alza constante en 2025, con las acciones de SoFi disparándose aproximadamente un 29–130 %, dependiendo de plazos, incentivadas por su crecimiento operativo y nuevas líneas de negocio .
Estrategia de diversificación y captación de talento joven
Anthony Noto, CEO de SoFi, describió la medida como un paso para atraer a una nueva generación de inversores, con productos alternativos y democratizados .
La firma ya había colaborado con grandes gestores como ARK, KKR, Carlyle, Franklin Templeton y BlackRock en fondos alternativos, uniendo fuerzas con Templum para el fondo Cosmos (exposición a SpaceX, Databricks, xAI).
Contexto competitivo y regulatorio
SoFi responde a una creciente demanda de acceso al capital privado. Competidores como Robinhood ya ofrecen "tokens" vinculados a OpenAI y SpaceX en Europa, aunque operan vía vehículos especiales y sin relación directa con las empresas.
A diferencia de estos esquemas tokenizados, SoFi ofrece participación a través de fondos gestionados tradicionalmente, evitando así los retos regulatorios derivados de los tokens de acciones