1. La hazaña y su contexto
Durante la grabación del clímax de Mission: Impossible – The Final Reckoning, el actor/skydiver profesional realizó 16 saltos consecutivos, cada uno con un paracaídas intencionalmente incendiado, para lograr distintas tomas.
2. Detalles técnicos del stunt
Los saltos se ejecutaron desde más de 7 500 pies de altura, algunas veces llevando un equipo de cámara de 50 libras. El paracaídas incendiado ardía solo unos pocos segundos hasta desintegrarse por completo, momento en que Cruise descartaba el paracaídas y abría el de reserva para aterrizar con seguridad.
3. Reconocimiento del Guinness World Records
Craig Glenday, editor jefe del Guinness, alabó la valentía de Cruise:
“Tom doesn’t just play action heroes – he is an action hero!”
Este título se añade a su historial extremo, que ya incluye películas consecutivas con recaudaciones superiores a los 100 millones de dólares.
4. Apuesta por la autenticidad
Sea con paracaídas en llamas o saltos HALO, Cruise insiste en que la autenticidad aporta al espectáculo:
“If this is twisted while it’s burning, I’m gonna be spinning and burn… We don’t take risks, obviously.” La escena fue filmada en las montañas Drakensberg (Sudáfrica), durante el rodaje de acción aérea principal del film.
5. Legado de la estrella de acción
A sus 62 años, Cruise reafirma su reputación como pionero en stunts extremos en cine. Este récord, junto al HALO jump en Fallout (2018), consolida su figura como actor comprometido con llevar su propio cuerpo al límite