Entre 300 y 500 latinoamericanos y africanos se refugian en el aeropuerto madrileño sin albergue, pendientes de ser alojados o internados

Migrantes varados duermen en Barajas ante vacío asistencial

Migrantes durmiendo en el aeropuerto de Madrid
photo_camera Migrantes durmiendo en el aeropuerto de Madrid
Cada noche, entre 300 y 500 migrantes y personas sin hogar extienden mantas y cartones en los pasillos del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. La mayoría procede de América Latina —sobre todo Venezuela, Colombia y Perú— y de países africanos, no encuentra plaza en la red municipal de albergues y teme acabar deportada o trasladada a un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE).

Un fenómeno que crece desde 2024

  • Censo de ONG Mesa por la Hospitalidad: 300-400 pernoctantes fijos; picos de 500 en abril-mayo.

  • Sindicato de seguridad ASAE: la cifra se duplicó en un año y ya causa tensiones con pasajeros y empleados.

  • Perfil: 68 % migrantes recientes, 24 % trabajadores precarios que no pueden pagar alquiler, 8 % españoles sin techo de larga duración, según el estudio social presentado al Ayuntamiento.

¿Por qué duermen en el aeropuerto?

  1. Falta de plazas: la red de emergencias de Madrid (1 830 camas) opera al 100 % de ocupación desde febrero.

  2. Crisis de vivienda: el alquiler medio en la capital subió un 14 % interanual, fuera del alcance de salarios precarios.

  3. Burocracia de asilo: solicitantes aguardan meses una cita mientras sobreviven en Barajas.

Amenaza de deportación o internamiento

El Juzgado de Instrucción 46 de Madrid autorizó en enero de 2024 el traslado de medio centenar de solicitantes de asilo de Barajas al CIE de Aluche; la Fiscalía recurrió y logró anular la medida, pero la opción sigue sobre la mesa si “se compromete la seguridad aeroportuaria”.

Cruce de acusaciones institucionales

  • Ayuntamiento (PP): culpa al Gobierno central de “falta de coordinación” y niega competencia sobre asilo.

  • Ministerio de Migraciones: recuerda que el consistorio firmó acuerdos para 368 plazas de acogida y tiene otras 1 200 de urgencia.

  • AENA: retiró enchufes y bancos y exige un plan conjunto para evitar que la crisis afecte a la operativa del hub.

Testimonios desde la Terminal 4

“Prefiero el suelo de Barajas a la calle. Aquí al menos hay luz y baños”, cuenta Paulina, cuidadora peruana de 60 años despedida sin indemnización.
“Me sacarán de aquí, pero al calabozo”, teme Carlos, venezolano que espera respuesta a su asilo y ha dormido tres meses bajo una cinta de equipajes.

Organizaciones como Cáritas y CEAR urgen un plan estatal de vivienda “que evite convertir aeropuertos en albergues improvisados”.

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