El motor: políticas migratorias y fiscales de EE. UU.
La Cámara de Representantes aprobó un impuesto del 3,5 % sobre las remesas enviadas por no ciudadanos. Analistas advierten que el gravamen haría subir el costo de un giro promedio de US $350 de US $6 a más de US $23, empujando a millones de migrantes a buscar rutas más baratas y difíciles de fiscalizar, como las plataformas cripto.
Cómo funcionan las criptoremesas
-
Compra de stablecoins en un exchange (Bitso, Binance Remit, MEXC).
-
Envío on-chain (tarifa < US $0,20 y llegada en minutos).
-
Cobro en pesos mediante wallet, tarjeta prepago o retiro en Oxxo y farmacias aliadas.
El diferencial de costos es contundente: 0,5 % – 1 % contra el 6 % – 7 % de casas de envío tradicionales, según BBVA Research.
Riesgos y desafíos
-
Volatilidad y estafas: pese al uso de stablecoins, los canales informales facilitan fraudes y lavado de dinero.
-
Brecha digital: 38 % de los receptores carece de cuenta bancaria o smartphone con datos.
-
Regulación: Banxico exige KYC a los exchanges, pero aún no existe un marco específico para cripto-remesas.
¿Qué esperar en 2025?
-
Escenario base: si el impuesto entra en vigor en julio, expertos de MEXC proyectan otro salto de 25 %–30 % en el flujo cripto.
-
Oferta: Stripe y Mastercard pilotan rails con USDC que podrían recortar comisiones por debajo del 0,3 %.
-
Supervisión: la CNBV prepara reglas de “proveedores de remesas virtuales” para obligar a reportar operaciones superiores a US $500.