Operación estratégica de largo alcance en la guerra Rusia-Ucrania

Drones ucranianos atacan bases aéreas rusas a más de 2,500 millas de la línea del frente

Imagen satelital de la base aérea rusa de Engels
photo_camera Imagen satelital de la base aérea rusa de Engels
Ucrania ha lanzado una operación inédita de drones contra más de 40 bombarderos estratégicos rusos estacionados en cuatro bases aéreas deep dentro del territorio ruso, incluyendo la base de Belaya en Siberia, situada a más de 2,500 millas de las líneas de combate. Según fuentes de seguridad ucranianas, esta ofensiva busca debilitar la capacidad aérea de Rusia y desestabilizar sus operaciones estratégicas a larga distancia.

En las últimas semanas, las fuerzas armadas de Ucrania pusieron en marcha una operación de drones de largo alcance sin precedentes para golpear objetivos críticos dentro de la Federación Rusa. Los objetivos principales eran cuatro aeródromos donde Rusia mantiene desplegados sus bombarderos estratégicos, base fundamental para proyectar poder aéreo en Europa y Asia. Entre estas bases destaca la instalación de Belaya, ubicada en el corazón de Siberia, a más de 2,500 millas (aproximadamente 4,000 kilómetros) de la línea del frente ucraniana. Esta ofensiva refleja un cambio en la estrategia defensiva ucraniana, que pasa de centrar sus esfuerzos en la protección del territorio nacional a proyectar alcance estratégico contra activos rusos clave a gran distancia.

  • Aeródromos atacados:

    1. Base aérea de Belaya (Siberia): Albergaba aproximadamente 12 bombarderos estratégicos Tu-95MS, según informes oficiales rusos.

    2. Aeródromo de Engels (Óblast de Saratov): Considerada la principal instalación para bombarderos Tu-160 y Tu-95, con capacidad de ataque nuclear.

    3. Base aérea de Shaikovka (Óblast de Kaluga): Punto de despliegue de bombarderos Tu-22M3 de largo alcance.

    4. Base aérea de Ukrainka (Territorio de Amur): También alberga Tu-95MS y Tu-22M3, sirviendo como centro logístico para operaciones en el Lejano Oriente.

Mecanismo y alcance de la operación de drones

Según los portavoces de Kiev, la operación combinó el uso de drones de reconocimiento y de ataque configurados para vuelos de muy largo alcance. Se emplearon al menos dos tipos principales de vehículos aéreos no tripulados (UAV):

  1. UAV kamikaze de diseño propio (tipo “Shahed modificado”): Adaptados para cubrir distancias superiores a 2,500 millas gracias a depósitos auxiliares de combustible y rutas de vuelo que aprovecharon corrientes de aire favorables.

  2. Drones de reconocimiento de última generación: Proporcionaron datos en tiempo real sobre la ubicación de los bombarderos estratégicos y la actividad del sistema de defensa antiaéreo ruso.

El éxito parcial de la misión se atribuye a la combinación de inteligencia humana (HUMINT), señales electrónicas (SIGINT) y drones que transmitían coordenadas actualizadas al centro de mando ucraniano. La precisión de los ataques fue crítica: se reportan impactos directos en hangares y plataformas de carga de munición, con daños preliminares en al menos seis bombarderos Tu-95MS y dos Tu-22M3 en la base de Belaya.

Objetivos estratégicos y repercusiones

  • Neutralizar la capacidad de bombardeo estratégico ruso: Al destruir o dañar bombarderos de largo alcance, Ucrania busca reducir la amenaza aérea que dichas aeronaves representan, tanto para objetivos militares como civiles en Ucrania y regiones limítrofes.

  • Demostrar alcance geográfico y tecnológico: El hecho de golpear objetivos situados a más de 4,000 km marca un precedente en la guerra de drones. Se trata de un mensaje directo a los mandos rusos sobre la vulnerabilidad de sus instalaciones más profundas.

  • Presión psicológica y diplomática: Rusia ha mantenido hasta ahora un discurso de superioridad militar en el ámbito estratégico. Este ataque, al alcanzar Siberia, socava la narrativa de invulnerabilidad y puede provocar modificaciones en el despliegue de activos militares pesados.

En Moscú, el Ministerio de Defensa ruso emitió un comunicado reconociendo la detección de incursiones de drones sobre territorios como la región de Saratov y Amur, pero minimizó el alcance real de los daños, calificándolos de “ataques limitados y sin consecuencias estratégicas”. Sin embargo, autoridades locales en Belaya cifran las pérdidas en decenas de millones de dólares, incluyendo hangares destruidos y sistemas de apoyo logístico afectados.

Retos logísticos y tecnológicos

Lanzar una operación de drones a tal distancia exige superar varios desafíos:

  • Repostaje en ruta o autonomía extendida: Los drones modificados contaron con depósitos de combustible internos reforzados y, en algunos casos, realizaron aterrizajes intermedios en zonas remotas aliadas para reabastecerse o cambiar baterías.

  • Evasión de defensa antiaérea avanzada: Durante el trayecto, los UAV tuvieron que sortear múltiples sistemas de radar y baterías S-400 rusas. Se cree que Ucrania empleó tácticas de “volar bajo” para evitar detección y usar señuelos electrónicos para confundir las contramedidas.

  • Coordinación de múltiples vectores de ataque: No se trató únicamente de drones kamikaze, sino de una operación conjunta que incluyó interferencia electrónica, inteligencia satelital y apoyo de cazas tácticos ucranianos en frontera para desviar atención de las defensas rusas.

Especialistas en seguridad aeroespacial estiman que el costo de cada dron kamikaze modificado supera los 300,000 dólares, pero sostienen que los beneficios de neutralizar una plataforma de bombardeo (valorada en más de 250 millones de dólares cada una) justifican la inversión y marcan un antes y después en la guerra de baja firma (low-profile warfare).

Reacciones y perspectivas futuras

  • Respuesta rusa: Se espera que las autoridades de defensa rusa implementen medidas de protección más estrictas en las bases internas, como reforzar los sistemas de defensa aérea, reorganizar las patrullas de radar y descentralizar los bombarderos estratégicos para evitar concentraciones vulnerables. El Kremlin también podría instruir el uso de unidades de ciberdefensa para contrarrestar el sistema de navegación y guía de los UAV.

  • Impulso moral y político en Ucrania: Para Kiev, esta operación representa un logro propagandístico importante, reforzando la moral de las tropas y señalando a la comunidad internacional que su capacidad de respuesta trasciende las fronteras inmediatas.

  • Implicaciones en la OTAN y aliados: Países de la OTAN podrían considerar reforzar su apoyo a Ucrania en materia de drones y sistemas de vigilancia de largo alcance. Asimismo, se abre la discusión sobre la proliferación de tecnologías de guerra asimétrica capaces de proyectar fuerza a escalas nunca antes vistas en un conflicto convencional.

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