Caminando Fronteras registra cifras récord de mortalidad en rutas hacia España

Más de 3.000 migrantes mueren en 2025 en rutas marítimas hacia España

La ONG Caminando Fronteras ha documentado al menos 3.090 fallecidos en las rutas migratorias hacia España durante 2025, la cifra más alta de su histórico de monitoreo. La ruta atlántica hacia Canarias concentra la mayoría de las víctimas, seguida de las del Mediterráneo occidental, en un año marcado por el aumento de llegadas irregulares y la persistencia de condiciones extremas en las travesías.

El colectivo Caminando Fronteras publicó su informe anual de monitoreo del derecho a la vida, en el que registra 3.090 personas muertas o desaparecidas en las rutas hacia España durante 2025, superando ampliamente las cifras de ejercicios anteriores y consolidando esta frontera como una de las más letales del mundo. La organización basa sus datos en fuentes primarias, como testimonios de familiares, comunidades migrantes y organizaciones en terreno, y destaca que la cifra real podría ser superior debido a la "mortalidad invisible" de embarcaciones desaparecidas sin rastro.​

La ruta atlántica, que conecta África Occidental con las Islas Canarias, se confirma como la más mortífera, con más del 80% de las víctimas en los primeros meses del año —alrededor de 1.482 fallecidos solo hasta mayo—. Procedentes principalmente de Mauritania, Senegal, Gambia y Mali, los migrantes enfrentan distancias de hasta 1.500 kilómetros en embarcaciones precarias como cayucos, expuestos a deshidratación, inanición y naufragios masivos. En este periodo inicial, se documentaron 38 embarcaciones desaparecidas con todos sus ocupantes a bordo.​

Otras vías críticas incluyen la ruta argelina —con 328 víctimas hasta mayo—, el Estrecho de Gibraltar —52 fallecidos— y el Mar de Alborán —3 casos documentados—. La ONG denuncia la opacidad informativa en algunas zonas y la presencia frecuente de cuerpos en avanzado estado de descomposición, lo que complica la identificación y el registro oficial. Entre las víctimas de los primeros meses, 342 eran menores de edad y 112 mujeres, procedentes de 22 países distintos, incluidos no solo africanos sino también afganos, paquistaníes y sirios.​

Datos complementarios de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) confirman que el Mediterráneo central y occidental suman más de 1.500 fallecidos en 2025 hasta noviembre, con el ahogamiento como causa principal y un repunte en la ruta hacia Baleares e Ibiza-Formentera. En paralelo, el Ministerio del Interior registra 34.251 llegadas irregulares hasta finales de noviembre, un aumento respecto a años previos pese a las muertes, lo que refleja la desesperación de los flujos migratorios pese a los riesgos.​

Caminando Fronteras atribuye el incremento a factores como la falta de activación temprana de rescates, protocolos restrictivos que priorizan el control fronterizo sobre la protección de vidas y la degradación de estándares marítimos internacionales. Helena Maleno, coordinadora del colectivo, insta a un análisis exhaustivo de las políticas y a priorizar la vida humana sobre las medidas de contención migratoria.​

Estas cifras posicionan 2025 como un año récord en mortalidad migratoria hacia España, superando incluso los 10.457 casos de 2024 según el mismo monitoreo, y subrayan la urgencia de mecanismos de cooperación internacional para abordar las causas estructurales de estas travesías letales.

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