María José Espinosa, experta en política exterior y directora ejecutiva del Centro para el Compromiso y la Incidencia en las Américas (CDA), subraya que la migración no debe percibirse como un problema a contener, sino como una realidad que requiere una gestión efectiva. Espinosa observa que las políticas restrictivas implementadas en Estados Unidos han reducido los cruces fronterizos visibles, pero han desplazado la migración hacia rutas más peligrosas y menos visibles. Además, enfatiza la importancia de ofrecer mecanismos legales y seguros para los migrantes, fomentar la cooperación hemisférica y ampliar las vías de migración regular como estrategias clave para contrarrestar el discurso xenófobo y gestionar la migración de manera efectiva.
La situación de los migrantes y solicitantes de asilo en México es especialmente preocupante. Las políticas restrictivas han exacerbado la precariedad y la incertidumbre en la que viven estas personas, afectando gravemente a las organizaciones que brindan ayuda humanitaria. Los recortes significativos a la política de cooperación de Estados Unidos han impactado profundamente a numerosos programas en México y América Latina, afectando 5.200 programas y congelando cerca de 600 millones de dólares prometidos para este año. Esta situación ha causado despidos y paralización de proyectos, dejando a muchas organizaciones en crisis y afectando en cadena a aquellos que indirectamente colaboraban con USAID.
Espinosa destaca que, para abordar eficazmente la cuestión migratoria, es esencial reconocer la migración como una realidad que debe ser gestionada con políticas integrales y humanas, en lugar de ser simplemente contenida mediante enfoques restrictivos que pueden conducir a situaciones más peligrosas y menos visibles para los migrantes.
La experta también llama la atención sobre la necesidad de una cooperación hemisférica efectiva y la expansión de vías de migración regular como instrumentos clave para gestionar la migración y contrarrestar el discurso xenófobo. Además, resalta la importancia de ofrecer mecanismos legales y seguros para los migrantes, lo que contribuiría a una gestión más efectiva y humana de la migración en las Américas.
En conclusión, María José Espinosa aboga por un cambio de enfoque en las políticas migratorias, orientado hacia la gestión efectiva y humana de la migración, reconociendo su complejidad y la necesidad de soluciones integrales que respeten los derechos humanos y promuevan la cooperación internacional.