Gobernador de Texas Ordena Más Barreras Pese a Decisión del Tribunal Supremo

26/ene./24 - 11:04 Actualizado: 26/ene./24 - 14:55

En un desafío directo al Tribunal Supremo de Estados Unidos, el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, ha ordenado a la Guardia Nacional texana que mantenga el alambre de púas en la frontera con México, alegando el derecho constitucional del estado a defenderse.

Abbott expresó sus críticas hacia el presidente Joe Biden, a quien acusó de haber “abdicado su responsabilidad” de proteger la frontera.

En una entrevista con Fox News, Abbott justificó la necesidad de más “barreras” para disuadir la entrada de migrantes, a quienes calificó como “delincuentes”. Este posicionamiento del gobernador republicano surge en medio de tensiones sobre la retirada del alambre de púas ordenada por el Tribunal Supremo.

Esta semana, el Tribunal Supremo respaldó la decisión del Gobierno federal de retirar el alambre de púas colocado en Eagle Pass, señalando que obstaculizaba las operaciones de la Patrulla Fronteriza. La Administración de Biden, sostiene que esta barrera impide a los agentes realizar sus funciones adecuadamente.

The Biden Administration has truly abdicated its responsibility to enforce the immigration laws on the books.

Texas has a constitutional right to defend and protect itself.

We will continue to hold the line. pic.twitter.com/LFrTq2MoVY
— Greg Abbott (@GregAbbott_TX) January 25, 2024

En respuesta a la decisión del Tribunal Supremo, Abbott declaró el miércoles que Texas enfrenta una “invasión”, otorgándole, según él, la “autoridad constitucional de defender” al estado. En un comunicado, anunció que la Guardia Nacional y la Policía estatal trabajarán bajo esta autoridad para “proteger la frontera de Texas”, incluyendo la instalación continua de más alambre de púas.

Además, algunos críticos, incluyendo voces prominentes en el ámbito proinmigrante, argumentan que medidas tan drásticas podrían exacerbar las tensiones y tener consecuencias humanitarias. Mientras tanto, se espera que la petición firmada por 25 gobernadores estatales estadounidenses en apoyo a Texas amplíe la brecha entre las posturas a nivel estatal y federal sobre la gestión de la inmigración.