La enfermedad de Parkinson, es un tipo de trastorno degenerativo del cerebro que se asocia a síntomas motores (lentitud de movimientos, temblores, rigidez y desequilibrio) y a otras complicaciones, como el deterioro cognitivo, los trastornos mentales, los trastornos del sueño, el dolor y las alteraciones sensoriales.
Por otro lado, esta complicación neurocognitiva ocurre cuando las células nerviosas (neuronas) no son capaces de producir la cantidad suficiente de dopamina, que es una sustancia química importante en el cerebro. Algunos casos son genéticos, pero la mayor parte no parece darse entre miembros de una misma familia.
Se ha sabido que con el tiempo, la persona afectada con la enfermedad de Parkinson necesita ayuda para realizar sus actividades habituales, lo que hace que se vuelve dependiente, ya que esta afección puede causar dificultad o ralentizar su desenvolvimiento diario como caminar o levantarse de una silla.
Por su parte, la neuropsicólogo de Hogar La Ponderosa, Katherine Vergara, indicó que “hay un conjunto de factores de riesgo que podrían conducir a padecer enfermedades neurocognitivas, uno de ellos podría ser el haber llevado un estilo de vida poco saludable con mala alimentación, falta de ejercicio, poca reserva cognitiva y altos niveles de estrés”
Por lo que, aconsejó adoptar desde temprana edad un estilo de vida saludable, para evitar estos padecimientos.
Con información de Enterate24.
