La nueva investigación revisa de forma detallada la anatomía del fósil de Little Foot, uno de los esqueletos de homínido más completos y antiguos conocidos, y concluye que sus rasgos morfológicos no se ajustan plenamente ni a las descripciones clásicas de Australopithecus africanus ni a las propuestas posteriores que lo vinculaban a otra especie australopitecina. El equipo encabezado por el Dr. Jesse Martin plantea que la combinación de características craneales, dentales y postcraneales sugiere un patrón evolutivo distinto al contemplado hasta ahora.
Según el estudio, los investigadores emplearon técnicas de análisis comparativo de alta resolución, incluyendo mediciones 3D de huesos clave del cráneo, la pelvis y las extremidades, confrontándolos con muestras de referencia de otros homínidos fósiles de África austral y oriental. Los resultados revelan un mosaico anatómico que, de acuerdo con los autores, no puede explicarse únicamente como variación intraespecífica dentro de especies ya descritas, lo que justifica reabrir el debate sobre la identidad biológica de Little Foot.
La publicación en el American Journal of Biological Anthropology se convierte así en el primer cuestionamiento formal a la clasificación de Little Foot desde que el fósil fuera presentado al público en 2017, tras décadas de excavación y preparación en Sterkfontein. El trabajo subraya que, si bien aún es prematuro proponer una nueva especie, la evidencia disponible indica que el espécimen podría representar una rama poco conocida del árbol evolutivo de los homínidos en Sudáfrica.
Para la comunidad paleoantropológica, el caso de Little Foot es especialmente relevante porque el esqueleto ofrece información excepcional sobre locomoción, dieta y contexto ecológico de los primeros homínidos. Una eventual reclasificación tendría implicaciones directas en la comprensión de la diversidad de especies que coexistieron en el Pleistoceno temprano y en la reconstrucción de los escenarios de evolución humana en el sur de África.
El equipo del Dr. Martin hace un llamado a realizar nuevos estudios comparativos, incluyendo análisis adicionales de otros fósiles de Sterkfontein y de yacimientos cercanos, así como revisiones de colecciones clásicas a la luz de las tecnologías actuales de escaneo y modelado. Los autores anticipan que futuras investigaciones podrían confirmar si Little Foot pertenece a una especie aún no descrita o si obliga a redefinir los límites diagnósticos de taxones ya conocidos dentro del género Australopithecus.