Los Rollos del Mar Muerto —más de 980 manuscritos en hebreo, arameo y griego descubiertos entre 1946 y 1956 en las cuevas de Qumrán— se remontan tradicionalmente al periodo entre los siglos III a. C. y I d. C.
La nueva investigación, liderada por la Universidad de Groningen (Países Bajos), combinó datación por radiocarbono con IA. Primero se limpiaron y dataron 30 fragmentos y luego se entrenó el modelo Enoch con 24 de ellos. Esta IA aprendió los estilos paleográficos para luego aplicarlos a otros 135 manuscritos.
1. Resultados clave
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El 79 % de las estimaciones de la IA coincidió con las dataciones previas; el 21 % restante reflejó discrepancias, con fragmentos posicionados tanto décadas antes como después de lo esperado.
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Un fragmento del libro de Daniel se reubicó de los años 160 a. C. hasta aproximadamente el 230 a. C., alineándose con su autoría tradicional.
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Se detectó que los estilos de escritura asmoneo y herodiano aparecieron y coexistieron mucho antes de lo establecido, remitiendo el uso de estos estilos hasta el siglo II a. C.
2. Repercusiones históricas y religiosas
Este hallazgo revaloriza la comprensión del periodo del Segundo Templo y las raíces del judaísmo y cristianismo. Si los textos son más antiguos, implica que fueron redactados cerca de la época de sus autores, lo que fortalece su autenticidad y relevancia histórica.
3. Dudas y cautelas académicas
Expertos como Christopher Rollston han alertado sobre el riesgo de depender enteramente de la IA, insistiendo en que las herramientas tradicionales como la paleografía siguen siendo esenciales. La datación asistida por IA debe complementar, no reemplazar, la interpretación humana.
4. Implicaciones futuras
El modelo Enoch ofrece posibilidad para datar fragmentos sin dañarlos, prometiendo agilizar la investigación de los casi mil manuscritos. Su uso podría reconstruir con mayor precisión la evolución de ideas e instituciones en la antigüedad judía