1. Adiós al silicio
La investigación de Penn State representa un hito mundial: por primera vez, se ha construido un ordenador basado en transistores CMOS integrados, sin utilizar silicio. En lugar de ello, se emplearon dos materiales 2D: disulfuro de molibdeno (MoS₂) para transistores n‑tipo y diseleniuro de tungsteno (WSe₂) para p‑tipo.
2. Fabricación innovadora
Usando deposición química de vapor metal-orgánico (MOCVD), el equipo creció grandes hojas de MoS₂ y WSe₂, creando más de 2 000 transistores. Ajustaron su tensión de umbral para formar circuitos CMOS, capaces de operaciones lógicas básicas a frecuencias de hasta 25 kHz, con un consumo eléctrico mínimo.
3. Rendimiento y ventajas
Aunque la velocidad es modesta comparada con chips de silicio convencionales, el logro demuestra la viabilidad de la informática bidimensional. Además, estos materiales conservan sus propiedades a escala atómica, evitando las limitaciones que el silicio encuentra al reducirse.
4. Implicaciones futuras
Este avance abre la puerta a dispositivos electrónicos ultra delgados, flexibles y energéticamente eficientes. Podrían aplicarse en sensores portátiles, tecnologías médicas implantables y sistemas de computación en entornos donde el grosor y eficiencia energética sean críticos .
5. Camino por delante
Aunque aún está lejos de competir con la informática basada en silicio, la investigación sienta las bases de un futuro donde el silicio podría dejar de ser el material dominante. Ahora toca optimizar la velocidad, escala y fiabilidad de estos sistemas 2D .