Durante la última etapa de su Microsoft AI Tour en Mumbai, Satya Nadella explicó que la rápida commoditización de los modelos de IA implica que la diferenciación ya no reside en la arquitectura de los algoritmos base, sino en cómo las organizaciones integran datos propietarios y aplican técnicas de ingeniería de contexto para crear agentes autónomos capaces de ejecutar tareas complejas.
Nadella destacó que los datos han pasado a ser el activo más valioso en la era de la IA, superando incluso a los modelos generativos en términos de generación de valor sostenible. Según el ejecutivo, las empresas que dominen la curación, el etiquetado y la contextualización de sus datos podrán desplegar agentes de IA que no solo respondan consultas, sino que tomen decisiones operativas en entornos reales, como optimización de cadenas de suministro o atención personalizada al cliente.
El concepto de "ingeniería de contexto" que mencionó Nadella se refiere a la disciplina emergente de diseñar sistemas que incorporen conocimiento específico del dominio, historial de interacciones y restricciones ambientales en los flujos de trabajo de IA, permitiendo resultados más precisos y accionables que los generados por modelos genéricos. Esta aproximación posiciona a Microsoft como líder en herramientas como Copilot y Azure AI, enfocadas en la integración de datos empresariales con capacidades agentivas.
Las declaraciones del CEO se produjeron ante audiencias de desarrolladores y ejecutivos indios, en un mercado clave para Microsoft donde la adopción de IA crece exponencialmente. Nadella subrayó que la transición hacia agentes de IA representa el siguiente paradigma tras los chatbots conversacionales, con aplicaciones en sectores como la salud, la manufactura y las finanzas.
El énfasis en datos y contexto responde a la maduración del ecosistema de IA, donde competidores como OpenAI, Google y Anthropic compiten por modelos de vanguardia, pero las barreras de entrada se reducen mediante licencias abiertas y plataformas en la nube. Para Nadella, el futuro de la IA competitiva depende de la capacidad de las empresas para transformar datos en conocimiento accionable, un área donde Microsoft invierte fuertemente en su infraestructura global de computación y servicios de datos.