Autoridades panameñas confirmaron este domingo que un monumento dedicado a la cooperación sino-panameña fue derribado por desconocidos en las inmediaciones de la entrada del Pacífico del Canal de Panamá, uno de los puntos más transitados del comercio marítimo global. Las autoridades calificaron el hecho como un acto de vandalismo con posibles connotaciones políticas y abrieron una investigación policial para identificar a los responsables.
El presidente Ricardo Lombana calificó el suceso como “una acción inaceptable contra la memoria y la diplomacia internacional”, asegurando que su Gobierno “no tolerará actos que atenten contra el respeto entre naciones amigas”. Reiteró el compromiso de Panamá con el diálogo y la cooperación global, destacando que el país mantiene relaciones tanto con Estados Unidos como con China “sobre la base de independencia y soberanía”.
Desde Beijing, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China emitió un comunicado en el que manifestó su “enérgica condena” al incidente, instando a Panamá a garantizar la seguridad de los bienes y representaciones culturales chinas en su territorio. La cancillería advirtió que espera resultados concretos en la investigación y medidas que eviten “nuevos actos hostiles” hacia símbolos de su presencia bilateral.
El monumento, ubicado cerca de la terminal portuaria de Balboa, conmemoraba la contribución técnica y financiera de empresas chinas en la ampliación del Canal, así como en proyectos logísticos asociados a la Iniciativa de la Franja y la Ruta. Su derribo ocurre en un momento de creciente competencia estratégica entre Washington y Beijing por la influencia económica y de infraestructura en América Latina.
Fuentes diplomáticas regionales señalan que el incidente podría agravar la posición de Panamá, que desde el restablecimiento de relaciones con China en 2017 ha enfrentado presiones de Estados Unidos respecto a su alineamiento en proyectos logísticos estratégicos. Expertos apuntan que la destrucción del monumento simboliza las tensiones subyacentes que atraviesan el país, atrapado entre la cooperación económica con China y la tradicional alianza de seguridad con Washington.
El Canal de Panamá, por donde pasa alrededor del 5 % del comercio marítimo mundial, ha adquirido renovada importancia en el actual contexto de fragmentación geoeconómica. Los analistas advierten que cualquier alteración en las relaciones diplomáticas entre Panamá y China podría tener repercusiones directas sobre inversiones en puertos, terminales y centros de distribución en la región.
El Gobierno panameño informó que el monumento será restaurado tras concluir las pericias forenses, al tiempo que solicitó evitar la politización del hecho. Mientras tanto, tanto las embajadas de China como de Estados Unidos en Ciudad de Panamá han mantenido contacto con las autoridades locales para monitorear el desarrollo del caso, reflejando la creciente sensibilidad del equilibrio diplomático en torno al Canal.