Expertos advierten sobre graves vulnerabilidades de Starlink en la Casa Blanca
1. Instalación no supervisada por DOGE
A principios de año, el equipo de Musk en DOGE instaló un terminal de Starlink en el techo del Edificio Ejecutivo Eisenhower sin consultar al equipo de comunicaciones de la Casa Blanca. Se activó una red “Starlink Guest” visible en teléfonos oficiales desde febrero, sin la autenticación robusta que caracterizan los sistemas tradicionales.
2. Falta de monitoreo y evasión de seguridad
El nuevo enlace satelital transmite datos sin pasar por el VPN corporativo ni las VPN de túnel completo, lo que elimina el seguimiento de dispositivos, registros de tráfico y detección de actividades sospechosas. Expertos en redes advierten que Starlink crea “TI en la sombra”, una vía para filtrar datos o introducir malware.
3. Potencial puerta trasera remota
Figuras como Jake Williams, ex‑hacker de la NSA, alertan de que la falta de supervisión del servicio y la posible gestión remota del terminal podrían convertirse en puertas traseras para actores maliciosos.
4. Reacciones institucionales y de seguridad nacional
El Servicio Secreto intentó calmar a los críticos, indicando que estaban al tanto del proyecto y no lo consideran un incidente de seguridad. No obstante, exfuncionarios y legisladores demócratas han solicitado investigaciones al Comité de Supervisión de la Cámara, y la senadora Elizabeth Warren exige aclaraciones sobre posibles conflictos de interés.
5. Precedente para agencias federales
El mismo terminal fue reportado en otras dependencias, como la Administración de Servicios Generales (GSA) y la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB). En el caso de la NLRB, se detectó un aumento inusual de transferencia de datos, presunta desactivación de registros (logging) y uso de IA para analizarlos, según un informante .
6. Riesgos implícitos y debate tecnológico
Especialistas en seguridad informática reconocen que, aunque los enlaces satelitales de Starlink son difíciles de hackear a nivel físico, su uso sin integración en infraestructuras seguras y sin cifrado y monitoreo adecuados representa un riesgo para la confidencialidad del entorno presidencial