Innovación tecnológica y personalización
La vacuna se desarrolla a partir del ARN extraído del tumor individual de cada paciente, permitiendo entrenar al sistema inmunológico para reconocer y eliminar células cancerosas específicas. En modelos animales —especialmente en roedores con melanoma— se ha observado que el tumor desaparece por completo, incluyendo sus metástasis.
El desarrollo integra inteligencia artificial para procesar secuencias genéticas del tumor en minutos y generar la vacuna personalizada en un plazo estimado de una semana.
Calendario y marco regulatorio
Según ha detallado Gintsburg, la aplicación experimental comenzará entre septiembre y octubre de 2025, tras la aprobación oficial del Ministerio de Salud ruso. Este cronograma despeja versiones previas que anticipaban disponibilidad global en el primer trimestre de 2025, consideradas engañosas por medios verificadores como RTVE.
Áreas de expansión previstas
Aunque el enfoque inicial será el melanoma, el plan de investigación contempla el desarrollo de vacunas personalizadas para otros tipos de cáncer, como de pulmón de células pequeñas, riñón, mama y páncreas. Su avance estará condicionado por la financiación y los resultados de los ensayos clínicos iniciales.
Actores institucionales
El estudio está liderado por el Instituto Gamaleya, en colaboración con centros oncológicos de referencia en Moscú, como el Instituto Herzen y el Centro Blokhin. Estas entidades se repartirán tareas: Gamaleya se centraría en la producción del biológico, mientras los institutos oncológicos administrarán los ensayos clínicos.
Expectativas y desafíos
La iniciativa ha despertado interés internacional y ya ha recibido consultas desde múltiples países. Sin embargo, expertos insisten en que el verdadero impacto dependerá de la seguridad y eficacia que se logren demostrar en las fases clínicas restantes, y de los marcos regulatorios que permitan un acceso más amplio.