La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, acompañada del primer ministro polaco, Donald Tusk, visitó este domingo la frontera entre Polonia y Bielorrusia, donde anunció que la Unión Europea movilizará hasta 800 000 millones de euros para reforzar su defensa hasta 2030. Durante su intervención, calificó al presidente ruso Vladimir Putin como “un depredador” que solo puede ser contenido mediante una “fuerte disuasión” militar.
Plan estratégico “Readiness 2030” / “ReArm Europe”
Presentado inicialmente el 4 de marzo de 2025 bajo el nombre ReArm Europe, y rebautizado posteriormente como Readiness 2030, este ambicioso plan plantea movilizar hasta 800 000 millones de euros en cuatro años para fortalecer la infraestructura militar de la UE frente a amenazas geopolíticas, como la guerra en Ucrania y la posible reducción del apoyo militar de EE.UU.
El plan incluye cinco medidas clave: flexibilidad fiscal, préstamos por 150 000 millones de euros para adquisiciones conjuntas, recapitalización presupuestaria (fondos de cohesión), apoyo del BEI a la industria de defensa y un mecanismo para atraer capital privado .
Se trata de una respuesta estratégica a un “peligro claro y presente” en la seguridad europea.
Apoyo a través del instrumento SAFE
Dentro del plan, el programa SAFE ofrece 150 000 millones de euros en préstamos para compras conjuntas de armamento. Ya ha sido totalmente suscrito por 19 Estados miembros, incluyendo Polonia, y busca fortalecer la base industrial de la UE y apoyar también a Ucrania.
Tensión y disuasión frente a Rusia
Durante su visita a la frontera polaco-bielorrusa, Von der Leyen expresó la “plena solidaridad de Europa con Polonia como país de primera línea” frente a los “ataques híbridos deliberados”. Simultáneamente, en Finlandia y Bulgaria reiteró que “Putin es un depredador” que “no ha cambiado y no cambiará”, y sostuvo que solo se le puede detener mediante una fuerte disuasión militar.
Contexto más amplio de rearme europeo
La UE ya dio un impulso significativo a su defensa en una cumbre extraordinaria donde se aprobó avanzar en la propuesta de rearme por valor de 800 000 millones de euros, incluyendo la flexibilización de reglas fiscales y la exención del gasto en defensa de ciertas limitaciones presupuestarias.
El plan busca garantizar que el aumento del gasto no afecte los programas sociales, proponiendo un incremento equivalente a cerca del 1,5 % del PIB en cuatro años