La administración Trump despidió a Shira Perlmutter, directora de la Oficina de Derechos de Autor de EE. UU., a través de un correo electrónico enviado por el nuevo bibliotecario interino del Congreso, Robert Newlen. Este despido se produce dos días después de que la Oficina de Derechos de Autor publicara un informe preliminar que planteaba dudas sobre si el uso de materiales protegidos por derechos de autor para entrenar modelos de inteligencia artificial constituye un uso legítimo. El informe subrayaba que la determinación del uso legítimo depende de factores como la fuente de los datos, el propósito y el impacto en el mercado, señalando que muchas aplicaciones comerciales de IA podrían no estar protegidas por el uso legítimo.
El congresista demócrata Joe Morelle calificó el despido como un "abuso de poder sin precedentes sin base legal", sugiriendo que fue una represalia por la negativa de Perlmutter a aprobar el uso de contenidos protegidos por derechos de autor para entrenar modelos de IA, como los de Elon Musk.
Además, el mismo día, la administración Trump destituyó a Carla Hayden, bibliotecaria del Congreso, quien había nombrado a Perlmutter en 2020. Hayden fue la primera mujer y la primera afroamericana en ocupar el cargo de bibliotecaria del Congreso.
El despido de Perlmutter ha generado preocupación en la industria creativa y tecnológica, ya que su oficina había estado liderando esfuerzos para modernizar la legislación de derechos de autor en la era digital. Críticos temen que este movimiento pueda debilitar las protecciones para los creadores de contenido en un entorno cada vez más influenciado por la inteligencia artificial.