En un anuncio trascendental, la administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reveló el pasado martes 6 de diciembre su compromiso de destinar más de 6 mil millones de dólares a dos proyectos de ferrocarril eléctrico de alta velocidad en el oeste del país.
Esta significativa inversión pretende impulsar iniciativas que, hasta ahora, se encontraban estancadas y que, según sus defensores, representan el futuro del transporte público.
Los fondos federales se distribuirán estratégicamente, asignando 3 mil millones de dólares a una ruta de propiedad privada que conectará Las Vegas con la zona de Los Ángeles. Además, se destinan 3,1 mil millones de dólares a un tramo inicial del proyecto financiado por el estado de California, con la visión a largo plazo de conectar Los Ángeles con San Francisco.
Es fundamental destacar que estos fondos federales constituyen solo una fracción del costo total para la construcción de estas rutas. No obstante, la asignación refleja el firme compromiso de la administración Biden con el desarrollo del ferrocarril de alta velocidad, una modalidad de transporte común en Europa y Asia, pero que ha sido subestimada en Estados Unidos, donde prevalece la cultura automovilística.
Este anuncio marca un hito en la visión de transformar el panorama del transporte en Estados Unidos, abriendo las puertas a innovadoras opciones de movilidad y fomentando un enfoque más sostenible para el futuro.
