1. Contexto general e impacto singular en España
La inflación en España repuntó significativamente en julio, con el IPC interanual escalando al 2,7 %, frente al 2,3 % registrado en junio.
Este incremento, el más notable desde febrero según algunas fuentes, está alimentado por un efecto base: en julio de 2024, los precios de la electricidad estaban inusualmente bajos, mientras que este año han repuntado; además, el encarecimiento de los carburantes también ha contribuido al alza.
2. Comparativa con la OCDE
En contraste con España, la tasa de inflación general de la OCDE disminuyó una décima en julio, situándose en 4,1 %.
Excluyendo alimentos y energía, la inflación subyacente en la OCDE se moderó hasta el 4,4 %, también reduciéndose una décima desde el mes anterior.
3. Factores específicos detrás del repunte en España
Según el análisis del INE y medios especializados:
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Vivienda y electricidad: El grupo vivienda elevó su tasa anual hasta el 6,7 %, debido al aumento en los precios de la electricidad, que subieron un 17,3 % en julio.
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Transporte: Registró una subida de un punto hasta alcanzar el 0,2 %, marcada por el encarecimiento de carburantes y lubricantes.
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Demanda interna: El crecimiento económico sostenido (PIB del segundo trimestre creció un 0,7 % trimestral y un 2,8 % anual) y el dinamismo del turismo y el mercado laboral han contribuido a mantener las presiones inflacionistas.
4. Inflación subyacente en España
La tasa de inflación subyacente, que elimina alimentos frescos y energía, se situó en el 2,3 %, una leve subida desde el 2,2 % de junio, reflejo de una tendencia más estable en los precios fundamentales.
5. Conclusión y proyección
Aunque el repunte resulta moderado a nivel nacional, supone un desvío relevante respecto a la tendencia global de la OCDE. El Ministerio de Economía valora este escenario como reflejo del crecimiento económico y recuperación del poder adquisitivo, aunque analistas advierten de desafíos para converger hacia la meta del 2 % establecida por el BCE