El bloque BRICS avanza en su estrategia de despliegue de sistemas financieros alternativos para reducir la dependencia del dólar estadounidense, con el anuncio del primer préstamo bilateral en yuanes entre China y Sudáfrica por 290 millones de dólares y la expansión de la red de pagos CIPS, que ya está activa en 185 países y transforma la arquitectura de los pagos internacionales.
Los países BRICS consolidan su objetivo de independencia financiera frente a los sistemas dominados por Occidente, acelerando la implementación de mecanismos alternativos que utilizan el yuan como divisa principal para préstamos y pagos internacionales. El acuerdo histórico firmado esta semana entre el Banco de Desarrollo de China y el Banco de Desarrollo de Sudáfrica marca el primer préstamo de este tipo dentro del bloque, por un monto de 2.100 millones de yuanes (alrededor de 290 millones de dólares), destinado a financiar proyectos de infraestructura, energía, manufactura, agua y educación en África.
La operación ejemplifica un cambio estratégico en la cooperación y financiación dentro del grupo, ofreciendo a los países africanos acceso a líneas de crédito estables sin exponerse a los riesgos de volatilidad del dólar. Según analistas, el uso del yuan para grandes operaciones financieras y el refinanciamiento de deudas existentes reduce los costes y los riesgos cambiarios de los países africanos, mientras amplia la influencia geoeconómica de China en la región y fomenta la modernización de sectores clave y la creación de empleo.
De forma paralela, el sistema de pagos interbancarios CIPS —liderado por China— extiende su alcance global, dando cobertura a 185 países y procesando más de 40 billones de yuanes en transferencias trimestrales en 2024. Esta red constituye una alternativa al sistema SWIFT y forma parte de la estrategia de los BRICS para desdolarizar operaciones comerciales y financieras, facilitando acuerdos bilaterales y reestructuración de deudas en yuanes. Países como Etiopía y Kenia ya han sustituido créditos en dólares por yuanes, con importantes ahorros y condiciones más flexibles, a la vez que otros miembros y socios del bloque, como Indonesia o Eslovenia, planean emitir bonos denominados en la moneda china.
Especialistas y autoridades dentro de BRICS destacan el impacto de estos avances en el equilibrio del poder financiero internacional, subrayando que la creciente adopción de yuanes en préstamos y acuerdos comerciales, junto con la robusta infraestructura de pagos CIPS, está dando forma a una economía global más multipolar y menos dependiente de instituciones estadounidenses y europeas. El fortalecimiento de estos mecanismos supone, además, una mayor capacidad de acción autónoma para los países emergentes y una fuente de presión geoeconómica frente a las fluctuaciones e incertidumbres de los mercados globales.