Emergencia aérea causa víctimas mortales en uno de los aeropuertos más transitados de Asia

Un avión de carga se sale de pista y cae al mar en el aeropuerto de Hong Kong: mueren dos empleados de seguridad

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Un Boeing 747 de carga, operado por la aerolínea turca ACT Airlines en nombre de Emirates SkyCargo, se precipitó al mar tras desviarse de la pista norte del aeropuerto internacional de Hong Kong durante su aterrizaje. Dos trabajadores de seguridad perdieron la vida cuando el avión impactó su vehículo de patrulla y lo arrastró al agua.

El accidente ocurrió a las 3:53 de la madrugada del lunes 20 de octubre de 2025, cuando el vuelo EK9788, procedente de Dubái, perdió el control durante la maniobra de aterrizaje en la pista norte del Aeropuerto Internacional de Hong Kong (HKIA). La aeronave, un Boeing 747-400 fletado por Emirates y operado por la compañía turca Air ACT Airlines, impactó contra un vehículo de patrulla que se encontraba en servicio en una vía perimetral y acabó parcialmente sumergida en el mar, junto al dique del aeropuerto.​

Según el comunicado oficial de la Airport Authority Hong Kong (AAHK), los dos ocupantes del coche, de 30 y 41 años, fueron rescatados del agua pero no sobrevivieron a las heridas. Uno fue declarado muerto en el lugar del accidente y el otro tras ser trasladado al hospital North Lantau. Los cuatro tripulantes de la aeronave lograron escapar utilizando una salida de emergencia y fueron hospitalizados con lesiones leves.

Durante la conferencia de prensa celebrada horas después, el director de operaciones de HKIA, Steven Yiu, explicó que las condiciones meteorológicas y el estado de la pista eran adecuados para el aterrizaje y que no se recibieron alertas de emergencia antes del impacto. El funcionario detalló que el avión “se desvió a la izquierda tras recorrer medio tramo de la pista y colisionó con un vehículo estacionado fuera del vallado de seguridad antes de caer al agua”.​

Las autoridades de aviación civil de Hong Kong (CAD) iniciaron una investigación conjunta con el fabricante Boeing, la autoridad de Emiratos Árabes Unidos y la Administración de Aviación Civil de Turquía, con el fin de determinar si el accidente estuvo relacionado con un fallo de los frenos, un error humano o una pérdida de propulsión. Por su parte, Emirates confirmó que el vuelo se trataba de un “wet lease”, es decir, un arrendamiento completo con tripulación, mantenimiento y seguros proporcionados por ACT Airlines.​

Las imágenes difundidas por medios locales mostraron la aeronave flotando con la estructura partida en dos, el fuselaje delantero parcialmente hundido y la cola desprendida. Equipos de bomberos y rescate marítimo activaron de inmediato un operativo con helicópteros y buques de apoyo para recuperar a las víctimas y contener posibles fugas de combustible.

El siniestro es considerado uno de los más graves en el aeropuerto de Chek Lap Kok desde su inauguración en 1998 y obligó a cerrar temporalmente la pista norte, aunque las otras dos pistas continuaron operativas. La Autoridad Aeroportuaria expresó su “profunda conmoción” y anunció que proporcionará asistencia y compensación a las familias de los trabajadores fallecidos.

El hecho reabre el debate sobre la seguridad operacional en entornos aeroportuarios de alta densidad, especialmente en instalaciones construidas sobre terrenos ganados al mar, donde las maniobras de aproximación y frenado requieren máxima precisión. La investigación preliminar se centrará en el sistema de frenado hidráulico del 747 y en la capacidad de respuesta de los equipos de control terrestre en el momento del aterrizaje.

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