Coordinación migratoria en el centro de la agenda
Durante el encuentro en el Palacio Dolmabahçe, los tres jefes de Estado y de gobierno abordaron la urgente crisis migratoria en el Mediterráneo, con especial atención a Libia como principal punto de partida de migrantes hacia Europa. Reconocieron que una estrategia sostenible a largo plazo requiere una coordinación multilateral eficaz y acciones concretas para descartar las redes de tráfico humano.
Alabanza del modelo turco y perspectiva libia
Giorgia Meloni destacó los “excelentes resultados” obtenidos en colaboración con Turquía para frenar la migración irregular, y propuso aplicar esas lecciones para respaldar los esfuerzos del Gobierno de Unidad Nacional de Libia en la contención de los flujos migratorios.
Por su parte, Dbeibah reafirmó el compromiso de Tripolitania en liderar un enfoque político libio y respaldado por la ONU que permita elecciones y estabilidad. Abogó por la integración económica y la institucionalización de la cooperación a través de una futura cumbre ministerial con Turquía, Italia y Catar.
Marco geopolítico y cooperación energética
La cumbre también reforzó vínculos en energía y estabilidad regional. Turquía y Libia ya mantienen acuerdos energéticos desde junio de 2025 para exploración conjunta en el Mediterráneo. Italia se convierte en aliado clave para la distribución energética, mientras que Roma y Ankara desarrollan una alianza industrial y de defensa, incluida una colaboración en drones con Leonardo y Baykar.
El encuentro envía un mensaje de realineamiento estratégico: Italia se posiciona como puente entre el eje turco‑libio y la Unión Europea, aceptando de facto la colaboración regional que Atenas y El Cairo ven con recelo.
Seguimiento técnico y pasos futuros
Los tres mandatarios acordaron convocar reuniones técnicas para traducir sus decisiones en acciones efectivas con plazos definidos. Además, se comprometen a evaluar su cumplimiento y resultados tras estas mesas técnicas.