El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, reiteró este lunes su compromiso con una política migratoria solidaria y coordinada en el marco de la Unión Europea, en un momento en que distintos líderes europeos endurecen sus posturas frente a la llegada de migrantes y refugiados. Durante su intervención en un foro económico celebrado en Madrid, Sánchez subrayó que “Europa no puede definirse por la exclusión, sino por la convivencia y la gestión responsable de la diversidad”.
El mensaje del mandatario español contrasta con las medidas restrictivas adoptadas recientemente por varios Estados miembros, incluidos Alemania, Francia, Italia y Países Bajos, que han aumentado los controles fronterizos internos y reforzado los acuerdos con terceros países para contener los flujos migratorios hacia el continente. Estas políticas responden, en parte, al auge de partidos de extrema derecha que han convertido el control migratorio en eje central de sus campañas electorales.
En paralelo, la administración de Donald Trump —en proceso de reorganización política de cara a 2026— ha advertido públicamente sobre lo que denomina una “eliminación civilizacional” en Occidente, atribuyendo la inestabilidad social a los movimientos migratorios masivos. Estas declaraciones han generado eco en sectores conservadores europeos, que respaldan políticas más duras de repatriación y vigilancia fronteriza.
Desde La Moncloa, fuentes gubernamentales confirmaron que España mantendrá su enfoque basado en la cooperación internacional, la migración regular y la integración social, subrayando que la inmigración “aporta valor al desarrollo económico, tecnológico y demográfico de Europa”. Sánchez defendió además los acuerdos firmados con países del norte de África y América Latina para fortalecer las vías legales de movilidad laboral y frenar las redes de tráfico de personas.
Expertos consultados por medios españoles señalaron que el discurso del presidente busca reafirmar el papel de España como puente entre Europa y el sur global, especialmente ante el aumento de llegadas por la ruta atlántica a las Islas Canarias y las tensiones humanitarias en el Mediterráneo central. Según datos del Ministerio del Interior, más de 50.000 migrantes han llegado al territorio español por vía marítima en lo que va de 2025, cifra que marca un aumento interanual del 18 %.
El debate migratorio se ha convertido en un tema central dentro de la política europea a medida que la Unión enfrenta presiones internas para redefinir su pacto sobre asilo y migración. En ese contexto, la postura de Sánchez —alineada con otros líderes progresistas del sur de Europa— busca equilibrar la seguridad fronteriza con el respeto a los derechos humanos, un enfoque que podría servir para contrarrestar el discurso alarmista dominante en parte del continente.
