Esta semana abordaremos un tema que, lamentablemente, se ha vuelto común en la sociedad actual: el divorcio o separación de parejas en medio de un proceso de migración, y cómo afecta a los niños y adolescentes involucrados. Con la guía experta de Ana Camacho, exploraremos las claves para sobrellevar esta situación de manera saludable para todos los implicados.
En un contexto en el que la familia se considera la base de la sociedad y el espacio donde se construye la estabilidad emocional de los individuos, los padres juegan un papel crucial al enseñar valores y servir como el primer contacto con la sociedad. Según la especialista Ana Camacho, la estabilidad familiar aumenta significativamente la probabilidad de que los niños se desarrollen con una salud mental equilibrada y se conviertan en adultos felices, sanos y exitosos.
Camacho subraya que la interacción entre los padres tiene un impacto directo en la vida de sus hijos. Por lo tanto, destaca la importancia de una comunicación efectiva y el respeto en la pareja. Cuando la relación de pareja se ve interrumpida, ya sea por divorcio, separación o debido a que uno de los padres decide migrar llevándose a sus hijos, esto puede generar una ruptura que provoque inestabilidad emocional en los niños.
Los síntomas más comunes que los hijos pueden experimentar en estas situaciones incluyen ansiedad, tristeza, angustia, irritabilidad y, en muchos casos, problemas en el rendimiento escolar, déficit de atención y desafíos de conducta debido a los múltiples cambios que enfrentan.
La especialista ofrece recomendaciones vitales sobre lo que los padres no deben hacer en esta situación:
Evitar comportamientos inadecuados que sugestionen a los hijos en contra del otro progenitor.
No sobreproteger ni ser excesivamente permisivos con los hijos.
Evitar la severidad extrema debido al temor de perder el control sobre sus hijos y provocar conductas inadecuadas.
Fomentar la comunicación entre los padres en lo que respecta a la crianza de los hijos.
Las recomendaciones de Ana Camacho, para sobrellevar esta situación incluyen:
Hablar con los hijos sobre la decisión de separarse, asegurándoles que no es su culpa y que ambos padres seguirán apoyándolos y amándolos, independientemente de si viven juntos o no.
Reconocer la importancia de la presencia continua de ambos padres en la vida de sus hijos, ya que su ausencia puede generar inestabilidad.
Estar atentos a los cambios en el comportamiento y emocionales de los hijos, ya que son reacciones normales en esta situación y pueden afectar su autoestima y habilidades sociales.
En el caso de padres separados por la migración, mantener una comunicación constante con los hijos utilizando medios tecnológicos.
Promover una comunicación asertiva entre los padres sobre temas relacionados con la crianza, la toma de decisiones y los valores, lo cual beneficia a los hijos a nivel personal y social.
Considerar la psicoterapia como una herramienta valiosa para ayudar a los niños de padres divorciados.
Para una consulta amplia: En Instagram psicoalmave
