Focas árticas enfrentan riesgo creciente por el acelerado derretimiento del hielo marino
La última actualización de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN, presentada el 10 de octubre de 2025 durante el Congreso Mundial de la Naturaleza en Abu Dabi, revela que la foca capuchina (Cystophora cristata) ha pasado de la categoría de “vulnerable” a “en peligro”, mientras que la foca barbuda (Erignathus barbatus) y la foca arpa o de Groenlandia (Pagophilus groenlandicus) aumentaron su nivel de preocupación a “casi amenazadas".
El principal factor que impulsa este agravamiento es la reducción acelerada del hielo marino en el Ártico, donde el calentamiento global se está manifestando hasta cuatro veces más rápido que en el resto del planeta. El hielo marino es fundamental para estas especies, pues lo emplean para reproducirse, descansar, mudar su pelaje y acceder a zonas de alimentación.
El adelgazamiento y desaparición del hielo no solo dificulta sus hábitos vitales, sino que también abre la región a la presencia humana con mayor facilidad, incrementando riesgos como la perturbación por transporte marítimo, ruido, explotación petrolera y minera, caza y captura incidental en pescas.
Estas focas tienen un papel fundamental en la cadena trófica marina, siendo alimento clave para osos polares y comunidades indígenas, además de contribuir a la salud del ecosistema mediante el consumo de peces e invertebrados y la reciclación de nutrientes. Se consideran "especies clave" cuyo bienestar refleja la salud integral del entorno ártico.
Además del deterioro del hielo marino, la UICN destaca que la presión humana creciente amplifica la vulnerabilidad de estos animales, por lo que recomienda proteger hábitats críticos, promover prácticas pesqueras sostenibles, limitar el ruido marítimo y controlar la caza.
Esta problemática se enmarca en un contexto global de pérdida de biodiversidad, donde más del 60% de las especies de aves también se encuentran en declive principalmente por la deforestación y otras actividades humanas, alertando sobre la urgencia de adoptar medidas ambientales coordinadas.
La reciente evaluación de la UICN suma 172,620 especies registradas, de las cuales cerca de 48,646 están en alguna categoría de amenaza de extinción, evidenciando una crisis ambiental significativa a escala planetaria.