Trump veta la venta de chips Blackwell de Nvidia a China
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este domingo la prohibición definitiva de que Nvidia venda sus procesadores de inteligencia artificial más avanzados –los chips Blackwell– a China, asegurando que estos semiconductores permanecerán exclusivamente en manos de empresas estadounidenses, en respuesta a las crecientes preocupaciones sobre el impacto estratégico y militar de la tecnología de IA.
En una entrevista emitida por la cadena CBS durante el programa ‘60 Minutes’ y confirmada posteriormente a bordo del Air Force One, el presidente Donald Trump detalló que los chips Blackwell de Nvidia, considerados los más potentes en el ámbito de la inteligencia artificial, no estarán disponibles para el mercado chino ni para otras naciones. Trump recalcó que “los más avanzados, no permitiremos que nadie los tenga aparte de Estados Unidos”, subrayando la importancia de mantener la supremacía tecnológica estadounidense frente a posibles competidores globales.
Esta decisión supone un endurecimiento de la política de exportaciones, que ya limitaba la venta de semiconductores de IA de alto rendimiento a China por motivos de seguridad nacional. El nuevo anuncio excluye específicamente los modelos Blackwell, emblemáticos por su capacidad para desarrollar y operar grandes modelos de lenguaje y sistemas avanzados de procesamiento de datos.
El debate sobre la posibilidad de exportar versiones simplificadas o “degradadas” de los chips Blackwell a China ha estado presente desde agosto, pero Trump confirmó que, en ningún caso, los modelos punteros serán accesibles para compañías chinas, aunque otras versiones menos avanzadas podrían negociarse en el futuro. El mandatario enfatizó que “permitiremos que negocien con Nvidia, pero no en términos de los más avanzados”, dejando abierta la puerta a acuerdos puntuales sin comprometer el liderazgo tecnológico de EE.UU..
La reacción dentro de Washington no se hizo esperar: varios legisladores alertaron que permitir la exportación de chips de última generación fortalecería las capacidades militares chinas y aceleraría el desarrollo de aplicaciones avanzadas en inteligencia artificial, incluidas las de uso estratégico y bélico. Analistas prevén que la administración formalice nuevos marcos regulatorios en exportaciones, distinguiendo explícitamente los componentes críticos como Blackwell de las versiones disponibles para ciertos aliados o mercados secundarios.
Para Nvidia, el veto representa un golpe significativo en el mercado asiático, donde la compañía había experimentado fuerte demanda en centros de datos de IA. La empresa mantiene licencias para vender modelos anteriores —como el H20— a China, sujetos a estrictos controles gubernamentales y con porcentajes de ingresos destinados al gobierno federal, pero queda fuera del circuito de alta gama que consumirán exclusivamente empresas estadounidenses. La estrategia de Trump, alineada con la agenda de protección tecnológica, refuerza el liderazgo competitivo de Estados Unidos en la inteligencia artificial, mientras intensifica la competencia geopolítica con China por el control de las soluciones más avanzadas en semiconductores.