Suiza impulsa la infraestructura pública de IA

Suiza presenta “Apertus”: modelo de lenguaje abierto y multilingüe como infraestructura pública

Servidores suizos

Las instituciones federales suizas —la ETH Zúrich, la EPFL y el Centro Nacional de Supercomputación— presentaron Apertus, un modelo de lenguaje de gran escala de código abierto, diseñado como una herramienta pública con capacidad para incluir más de mil idiomas, incluso aquellos regionales y minoritarios.

El Centro Nacional de Supercomputación, junto con las Escuelas Politécnicas Federales de Zúrich (ETH) y de Lausana (EPFL), lideraron el desarrollo de Apertus, un modelo de lenguaje abierto cuyo nombre proviene del latín “abierto” . Su propósito es servir como infraestructura pública en el campo de la inteligencia artificial, similar a servicios básicos como agua o electricidad.

Multilingüismo e inclusión

Apertus destaca por su capacidad para procesar hasta más de mil idiomas, de los cuales el 40 % no están en inglés. Entre ellos se incluyen lenguas poco representadas como el alemán suizo y el romanche, lo que amplía notablemente la inclusión cultural.

Principios de diseño

El modelo se basa en pilares fundamentales como la transparencia, el cumplimiento normativo, la libertad de acceso y la apertura total en su diseño y uso. Estas características lo distinguen de los modelos cerrados desarrollados por empresas privadas.

Acceso y facilidad de uso

Apertus se puede descargar gratuitamente a través de Hugging Face o mediante la red de telecomunicaciones de Swisscom. Su instalación está pensada para ser accesible para usuarios avanzados, si bien requiere infraestructura como servidores, nube o interfaces específicas.

Visión estratégica

Con este lanzamiento, Suiza refuerza su apuesta por una IA pública y abierta, posicionándose como uno de los primeros países que conciben la inteligencia artificial como una infraestructura al servicio del bien común. Destaca Joshua Tan, responsable de la Public AI Inference Utility, al afirmar que Apertus representa la evidencia de que la IA puede construirse como infraestructura pública