Europa prepara un plan cardiovascular basado en innovación para frenar el aumento de la enfermedad coronaria
La Comisión Europea avanza en la elaboración de un plan sanitario integral enfocado en salud cardiovascular, con especial énfasis en aplicar tecnologías digitales y herramientas de detección temprana, para revertir la creciente incidencia de enfermedades coronarias en el continente.
Marco institucional y compromiso europeo
El 3 de diciembre de 2024, los ministros de Salud de la Unión Europea adoptaron las “Conclusiones del Consejo sobre la mejora de la salud cardiovascular”, en las cuales respaldaron formalmente el desarrollo de un plan europeo dedicado a esta cuestión. La Comisión anunció entonces que colocaría la salud cardiovascular “en el centro” de sus prioridades sanitarias.
Posteriormente, el 11 de agosto de 2025 la Comisión Europea lanzó un Call for Evidence (Consulta pública) para recabar aportes de ciudadanos, investigadores, profesionales y organizaciones interesadas, que alimenten la configuración del plan
La Comisión subraya que las enfermedades cardiovasculares (ECV) siguen siendo la principal causa de muerte en la UE, con aproximadamente 1,7 millones de fallecimientos anuales y un coste estimado superior a los 280 000 millones de euros en atención sanitaria y pérdidas de productividad.
Componentes clave del plan: prevención, diagnóstico y rehabilitación
Según el borrador conceptual del plan europeo (EACH, European Cardiovascular Health Plan: The Roadmap), las acciones estructurales incluirán:
- Prevención primordial: intervenir en factores subyacentes (hábitos, entornos, políticas alimentarias) para evitar la aparición de riesgos.
- Prevención primaria: detección temprana y manejo de factores de riesgo (hipertensión, colesterol, diabetes) en población de riesgo.
- Prevención secundaria y diagnóstico precoz: creación de un chequeo cardiovascular europeo estandarizado, diagnóstico de precisión y rutas clínicas más rápidas.
- Atención personalizada e innovación: empleo de tecnologías digitales, inteligencia artificial, dispositivos biomédicos y salud de precisión para optimizar tratamiento y seguimiento.
- Rehabilitación y cuidados a largo plazo: fortalecimiento de redes de rehabilitación cardíaca y apoyo a calidad de vida de quienes sobreviven eventos cardiovasculares.
Nuevas tecnologías e innovación digital
El plan prevé un fuerte componente tecnológico: utilización de herramientas digitales personalizadas, inteligencia artificial, gemelos digitales (digital twins) para simulaciones cardiacas y medicina predictiva como parte central del abordaje.
Por ejemplo, los avances en gemelos digitales en cardiología ya permiten recrear modelos anatómicos del corazón para diagnóstico más preciso usando IA y realidad extendida.
También se integrarán herramientas de transición de atención (desde hospital al domicilio) mediante sistemas de asistencia digital e IoT, facilitando el seguimiento remoto de pacientes cardíacos.
Desafíos y desigualdades entre países
Una de las críticas del proyecto es la variabilidad en capacidad tecnológica, recursos sanitarios y desigualdades entre los Estados miembros. El plan reconoce que debe complementarse con acciones nacionales adaptadas al contexto local.
Además, la fragmentación de datos entre países y la falta de interoperabilidad entre sistemas sanitarios representan un freno serio para la adopción de soluciones digitales transfronterizas.
Objetivos y horizonte de implementación
El plan establece ambiciones cuantitativas: reducir en un tercio las muertes prematuras evitables por ECV para 2030, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la OMS.
Además, se contempla la creación de un Observatorio europeo de salud cardiovascular, un centro de conocimiento especializado y mecanismos de cooperación público-privada para financiar innovación.
La hoja de ruta indica que los primeros pasos normativos y de diseño se definirán en el corto plazo, para materializar el plan completo en la siguiente programación financiera europea.
Impacto esperado y consecuencias
En caso de éxito, el plan podría aliviar la carga de mortalidad cardiovascular, mejorar la eficiencia de los sistemas de salud, reducir costes asociados a hospitalizaciones y discapacidad, y estimular la industria europea de salud a través de innovación.
No obstante, su eficacia dependerá de la voluntad política, los recursos consignados, la integración entre niveles sanitarios y la adaptabilidad de las tecnologías a realidades locales.