Funcionarios de EE.UU. dudan sobre reservas de uranio de Irán pese a ataques que, según Hegseth, “aniquilaron” su programa nuclear
Hace unos días, Estados Unidos llevó a cabo ataques aéreos y lanzamientos de bombas bunker-buster sobre tres puntos clave del programa nuclear iraní —Fordow, Natanz e Isfahán— en lo que el secretario de Defensa, Pete Hegseth, describió como una acción que "devastó" o incluso "aniquiló" el programa nuclear de Irán.
Sin embargo, altos funcionarios norteamericanos han expresado fuertes reservas en cuanto a la magnitud real del impacto militar. En medios como NBC News y ABC News, se admitió que las autoridades no pueden confirmar cuántas reservas de uranio casi aptas para armas sobrevivieron a los ataques . En declaraciones recogidas en estas cadenas, el vicepresidente JD Vance y otros responsables evitaron afirmar que las instalaciones quedaron destruidas al 100 % y reconocieron que parte del uranio podría haber sido evacuado o escondido previamente.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) no ha podido verificar el estado de las plantas atacadas debido a restricciones posteriores a los bombardeos. Según varios analistas, es posible que Irán haya tomado medidas de protección preventiva, como rellenar túneles y trasladar material sensible, lo que dificultaría evaluar el daño real.
Además, datos anteriores a los bombardeos indican que Irán controlaba más de 400 kg de uranio enriquecido al 60 %, un nivel apenas por debajo del grado militares, competitivo para la producción de armas. Pese a la afirmación de Hegseth de que las “ambiciones nucleares han sido aniquiladas”, la falta de monitoreo independiente impide asegurar que todo ese material haya sido destruido o inutilizado.
El conflicto ha generado tensión diplomática. Mientras EE.UU. intenta canalizar el ataque como una medida defensiva contra un avance nuclear iraní, Irán lo denuncia como una violación del Derecho Internacional y amenaza con represalias. Naciones como Rusia, China y miembros de la UE solicitan moderación y el retorno a procesos diplomáticos