Fuga de pandilleros pone en alerta a Guatemala y la región

Veinte miembros del Barrio 18 se fugan de la cárcel Fraijanes II en Guatemala

Pandilleros
El gobierno de Guatemala confirmó la evasión de veinte reos vinculados a la pandilla Barrio 18 de la prisión Fraijanes II, en las afueras de Ciudad de Guatemala, un suceso detectado entre el sábado 11 y el domingo 12 de octubre de 2025. La situación genera preocupación regional por la peligrosidad de los fugitivos y pone bajo escrutinio los sistemas penitenciarios del país.

El Sistema Penitenciario guatemalteco informó que veinte integrantes de la pandilla Barrio 18 no fueron localizados durante una requisa interna en la cárcel Fraijanes II, ubicada en el municipio de Fraijanes, aproximadamente a 20 kilómetros del centro de la capital. El director del organismo, Ludin Godínez, confirmó la fuga en rueda de prensa, detallando que los reos permanecen prófugos y que se investiga tanto la posible complicidad de guardias internos como la corrupción en filas oficiales.

De acuerdo con los comunicados oficiales y reportes policiales, la evasión no fue masiva ni simultánea. Los internos lograron salir en grupos pequeños o de manera individual durante varios días, aprovechando aglomeraciones en horarios de visita familiar así como deficiencias en la vigilancia y controles del recinto. Algunas pistas apuntan a que se empleó ropa para alterar la apariencia y facilitar la huida, mientras que la falta de cámaras actualizadas y tecnología de monitoreo fue clave para que las fugas no fueran detectadas de inmediato.

El Ministerio de Gobernación desplegó a la policía y fuerzas especiales en todo el país para ubicar a los prófugos, entre quienes se encuentran cabecillas responsables de delitos como asesinatos, extorsión, narcotráfico y trata de personas. En respuesta, la embajada de Estados Unidos calificó el hecho como “totalmente inaceptable” y urgió acciones inmediatas, señalando que la peligrosidad de los individuos representa una amenaza directa tanto para Guatemala como para la seguridad estadounidense, más aún luego de la reciente designación del Barrio 18 como organización terrorista.

El suceso ocurre en medio de una escalada de tensiones entre pandillas y el Estado guatemalteco, profundizadas tras el traslado de líderes a cárceles de máxima seguridad y la propuesta de nuevas leyes antipandillas por parte del Ejecutivo. Las autoridades proponen reformas urgentes en vigilancia penitenciaria para prevenir futuras fugas y fortalecer la seguridad, mientras siguen las labores de recaptura coordinadas a nivel nacional e internacional.