Claudia Sheinbaum marca su primer año con impulso tecnológico y optimismo en relaciones comerciales
En una multitudinaria celebración en el Zócalo de la Ciudad de México el 5 de octubre de 2025, la presidenta Claudia Sheinbaum conmemoró su primer año en el cargo resaltando una agenda ambiciosa centrada en la innovación tecnológica nacional. Durante su discurso, subrayó su confianza en alcanzar acuerdos comerciales favorables con Estados Unidos y proyectó avances en energía limpia, semiconductores, satélites y movilidad eléctrica.
Balance simbólico y mensaje político
El acto de conmemoración en el Zócalo fungió tanto como celebración política como plataforma para marcar los lineamientos proyectados del sexenio en torno a la soberanía tecnológica y el fortalecimiento del comercio exterior. Con un respaldo popular que rondaría más del 70 %, según algunos medios, Sheinbaum ha buscado proyectar una imagen de liderazgo tecnocrático y pragmático.
Proyectos tecnológicos nacionales al frente
Durante su discurso, la mandataria anunció que en semanas venideras presentará avances en “hecho en México” en áreas como vehículos eléctricos, semiconductores, satélites, drones e inteligencia artificial. Su apuesta central es que México deje de depender de importaciones tecnológicas y consolide capacidades científicas e industriales propias.
Además, Sheinbaum ha promovido reformas institucionales que apuntan a consolidar la estructura digital del Estado. Un ejemplo es la creación de la **Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT)**, organismo con atribuciones en el diseño y coordinación de políticas tecnológicas y de telecomunicaciones nacionales.
Comercio con Estados Unidos: cautela y ambición
En el terreno comercial, Sheinbaum expresó plena confianza en alcanzar “un buen acuerdo” con EE. UU. y con otras naciones que proteja los intereses mexicanos. Subrayó la búsqueda de condiciones justas que respeten la soberanía, especialmente en el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC).
Este optimismo comercial se produce en un escenario complejo: la renegociación del TMEC está prevista para 2026, con presión estadounidense por cambios bilaterales, y México ha respondido con la imposición de aranceles a productos de países con los que no tiene acuerdos —como China— como parte de su estrategia.
Desafíos del entorno económico y estratégico
Uno de los retos más importantes del gobierno de Sheinbaum será mantener la estabilidad del TMEC, mediante una negociación que evite concesiones que vulneren sectores industriales mexicanos. También deberá equilibrar su discurso tecnológico con las realidades del presupuesto público, la inversión extranjera directa y las capacidades productivas del país, evitando promesas que no puedan sostenerse. El riesgo de caer en una brecha entre el discurso y la ejecución es palpable.
Por otra parte, su perfil como científica ambiental añade expectativas respecto a cómo conciliará la apuesta tecnológica con la transición energética, la política petrolera y los compromisos ambientales del país.
Perspectiva política y rumbo del mandato
Con su primer año completado, Sheinbaum ha empezado a construir una narrativa propia alejada de su antecesor. Críticos y analistas comienzan a evaluar si su estilo —menos polarizante y más institucional— marcará una nueva etapa dentro del proyecto político de Morena. Su capacidad para concretar los anuncios tecnológicos y cumplir con compromisos comerciales será una prueba temprana de la viabilidad de su visión y del margen de maniobra del gobierno en un contexto global complejo.
Al celebrar su primer año en la presidencia, Claudia Sheinbaum ha buscado combinar simbolismo popular con un discurso ambicioso: promover la autonomía tecnológica del país y reforzar los vínculos comerciales con Estados Unidos. Sin embargo, su éxito dependerá de su capacidad para transformar los anuncios en resultados tangibles, gestionar las negociaciones internacionales con firmeza y evitar discrepancias entre sus aspiraciones y la realidad estructural mexicana.